… ¡Una pincelada hacia la sociedad!
Una vez pensé voy a escribir un artículo
sobre la falta de conciencia de la gente en la sociedad. Una persona respondió
–Yo no lo haría, sólo a cambio de dinero--.
En ese momento el detalle que faltaba para completar
mi inquietud se consumó.
Este escrito está dedicado a cada una de las personas que perecen de
visión sobre los fenómenos que están haciendo una ruptura en la paz del
ecosistema, la esfera pública que a como la polilla corrompe la firmeza de los
valores morales por el fin de alcanzar una posición en la política. Y
“al pez grande que se come al chico” (Rubén Darío), la inflación de la economía encima de las costillas del pobre.
“al pez grande que se come al chico” (Rubén Darío), la inflación de la economía encima de las costillas del pobre.
Estamos viviendo en una era donde lo que brilla como el oro es la
garantía de obtener un nombre de renombre. La satisfacción de saciar nuestra
alma con bienes y posesiones. Vamos a sentir un apretón como el del punche
cuando abre sus tenazas por la amenaza de los cazadores. Pero antes de
sentirnos atrapados pensemos un instante en la paz mundial.
En Nicaragua según el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales,
debido al despale, algunos ríos, lagos, entre otros se están secando. Como
consecuencia se crea un desequilibrio en la producción agrícola, ganadera,
pesquera. Ya que las aguas subterráneas no fluyen con la misma fuerza. Si aquí vivimos esta
infantería ¿Cómo estará el resto del mundo?
Si la flora y la fauna en peligro de extinción, los recursos naturales
no renovables no son signos de la demanda que está haciendo la naturaleza a la
humanidad. Preguntémonos ¿Qué vamos a heredar a nuestras generaciones futuras,
nuestros hijos e hijas?
En el mundo, la adquisición de las grandes organizaciones políticas
sobre la sociedad es un arma hermética que consume nuestro cerebro como el
cáncer. Por medio de nuestros ojos y oídos no cabe más que la imposibilidad de
estas esferas con el fin de dominar al planeta.
Pero a pesar de que no ha empezado la última guerra ya la estamos viviendo
como principio en los medios de comunicación. Seamos socialista, comunistas o
simplemente ciudadanos todos estamos ciegos ante el gran déficit de pérdidas
humanas. En los vicios, la vanidad, la pobreza, la ignorancia, enfermedades, la
depresión…
El prestigio, la alta alcurnia y las riquezas monetarias son las bases
principales sobre las que están fundadas las personalidades de aquellos grandes
administradores, economistas y dueños del país. Que ven el alza del precio del
dólar o el euro pero no las escamas que cubren sus ojos. Se alimentan de la
ruina y pobreza, venden lo que sea para arrancarnos la vida y ni siquiera se
conmueven a lastima al observar todo lo que está aconteciendo en su alrededor.
Ojalas y la sociedad no siga rindiendo honores a estos males. Alguien me
dijo un día que lo que escribo es mi percepción de las cosas sobre el mundo que
me rodea pero ¿Podría alguien decir lo contrario?
Somos parte indispensable del mundo, si para
reconstruirlo no sé, si para destruirlo no sé. Pero lo que sí sé es que ahora
él depende de nosotros para añadir más
hilos de vida a su existencia y con ella a la supervivencia nuestra.
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