viernes, 24 de junio de 2016

“Despertando conciencias”

                                … ¡Una pincelada hacia la sociedad!

Una vez pensé voy a escribir un artículo sobre la falta de conciencia de la gente en la sociedad. Una persona respondió –Yo no lo haría, sólo a cambio de dinero--. 

En ese momento el detalle que faltaba para completar mi inquietud se consumó.
Este escrito está dedicado a cada una de las personas que perecen de visión sobre los fenómenos que están haciendo una ruptura en la paz del ecosistema, la esfera pública que a como la polilla corrompe la firmeza de los valores morales por el fin de alcanzar una posición en la política. Y
“al pez grande que se come al chico” (Rubén Darío), la inflación de la economía encima de las costillas del pobre.

Estamos viviendo en una era donde lo que brilla como el oro es la garantía de obtener un nombre de renombre. La satisfacción de saciar nuestra alma con bienes y posesiones. Vamos a sentir un apretón como el del punche cuando abre sus tenazas por la amenaza de los cazadores. Pero antes de sentirnos atrapados pensemos un instante en la paz mundial.

En Nicaragua según el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales, debido al despale, algunos ríos, lagos, entre otros se están secando. Como consecuencia se crea un desequilibrio en la producción agrícola, ganadera, pesquera. Ya que las aguas subterráneas no fluyen con  la misma fuerza. Si aquí vivimos esta infantería ¿Cómo estará el resto del mundo?
Si la flora y la fauna en peligro de extinción, los recursos naturales no renovables no son signos de la demanda que está haciendo la naturaleza a la humanidad. Preguntémonos ¿Qué vamos a heredar a nuestras generaciones futuras, nuestros hijos e hijas?

En el mundo, la adquisición de las grandes organizaciones políticas sobre la sociedad es un arma hermética que consume nuestro cerebro como el cáncer. Por medio de nuestros ojos y oídos no cabe más que la imposibilidad de estas esferas con el fin de dominar al planeta.

Pero a pesar de que no ha empezado la última guerra ya la estamos viviendo como principio en los medios de comunicación. Seamos socialista, comunistas o simplemente ciudadanos todos estamos ciegos ante el gran déficit de pérdidas humanas. En los vicios, la vanidad, la pobreza, la ignorancia, enfermedades, la depresión…

El prestigio, la alta alcurnia y las riquezas monetarias son las bases principales sobre las que están fundadas las personalidades de aquellos grandes administradores, economistas y dueños del país. Que ven el alza del precio del dólar o el euro pero no las escamas que cubren sus ojos. Se alimentan de la ruina y pobreza, venden lo que sea para arrancarnos la vida y ni siquiera se conmueven a lastima al observar todo lo que está aconteciendo en su alrededor.

Ojalas y la sociedad no siga rindiendo honores a estos males. Alguien me dijo un día que lo que escribo es mi percepción de las cosas sobre el mundo que me rodea pero ¿Podría alguien decir lo contrario?
Somos parte indispensable del mundo, si para reconstruirlo no sé, si para destruirlo no sé. Pero lo que sí sé es que ahora él depende de  nosotros para añadir más hilos de vida a su existencia y con ella a la supervivencia nuestra.

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